Al derecho y al revés. De izquierda a derecha y de derecha a izquierda. De frente y vuelta. Así se leen los palíndromos. Y siempre dicen lo mismo.
Pocas cosas en la vida son tan confiables. Podemos dudar de los políticos o de las instituciones religiosas; de las agencias de inteligencia o de los resultados de un examen de embarazo, pero de los palíndromos y de la certeza de que lo escrito se podrá leer en ambos sentidos, de eso no se duda.
La palabra palíndromo proviene del griego palín: de nuevo; y dromos: carrera. Es algo así como correr de nuevo o recorrer por segunda vez un camino. Dicen que el primer creador de palíndromos fue un griego que se llamaba Sóltades en el siglo III antes de Cristo, lo que nadie puede comprobar ni desmentir, pero suena bastante creíble, lo suficiente como para anotarlo aquí como si se tratara de una verdad absoluta e irrefutable.
En realidad los palíndromos no sirven para nada pero son una buena manera de pasar el tiempo, como la mayoría de los juegos de letras o de palabras. Un clásico palíndromo es: Dábale arroz a la zorra el abad. Independientemente de que la frase se lea igual de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, el hecho de que el abad le dé arroz a la zorra no constituye una declaración interesante ni trascendente, sobre todo porque es posible dudar acerca del interés que pudiera llegar a tener la zorra en el arroz. Si acaso le atraerá más el abad, aunque uno nunca sabe cómo será de comestible la carne de un superior de monasterio. A pesar de todo, la frase es inteligente y tiene sentido, algo de lo que muy pocos palíndromos pueden jactarse.
De los políticos, ni hablar.
A los palíndromos se les llama también frases jánicas en honor a Jano, el dios romano de las puertas y los comienzos, que se representa con dos caras. También se les llama capicúas, término que viene del catalán [cabeza y cola], aunque esta palabra se refiere, más que a las palabras, a los números que son iguales leídos en ambas direcciones. Un ejemplo es el día mundial de la simetría, el veinte de febrero de dos mil dos [ 20/02/2002]. De hecho, a las ocho de la noche con dos minutos de ese día [ 20:02 20/02/2002 ] se fundó una página en la red que se llama verbalia y que está dedicada al asunto este de las palabras, los juegos de palabras y los verbívoros: los seres que se nutren de ellas. Me acabo de enterar de que ese día, un tipo escribió un programa de computadora que hizo esta larguísima frase
Se van sus naves / arde ya la yedra / ojo rojo / otro pedo deporto.
Son algunos ejemplos de palíndromos bastante sencillos. Aunque eso de sencillos sólo lo puede decir uno desde la distancia, porque en el momento de intentar escribir un palíndromo la sencillez no existe. Existen ejemplos divertidos como éste, que le gustaba mucho a Monterroso, un augusto escritor que murió hace poco y famoso por un dinosaurio inmóvil.
Dice así: Anita, la gorda lagartona, no traga la droga latina.
Cuando Monterroso se encontró con el autor del palíndromo le pregunto que cuál era la droga latina y el autor contestó: el vino, por supuesto. Sin embargo, dicen que Monterroso tuvo a bien desmentirlo: no, la literatura. Eso sólo demuestra que muchas veces el lector sabe más que el autor.
Los palíndromos se pueden perpetrar en distintos idiomas como el inglés: a man, a plan, a canal: Panama, o el latín: In girum imus nocte et consumimur igni [ Giramos en círculo en la noche y somos consumidos por el fuego]. Supuestamente el español es el idioma más propenso a los palíndromos pero eso está por probar. Lo que sí sé es que el Gran Palíndromo lo escribió Georges Perec en francés y tiene 1000 palabras. Propiamente no es un palíndromo, sino dos textos de 500 palabras que son el reverso uno del otro. El efecto es el mismo. Georges Perec fue Integrante del OULIPO un grupo cuyo nombre está compuesto por las iniciales en francés de Taller de Literatura Potencial. Lo de potencial viene de una postura en la que se considera que la literatura está acotada por una serie de reglas a través de la gramática y la ortografía que nos dan un marco en el que creamos. Ellos dicen que cuantas más restricciones se le ponen a la escritura, más se estimula la creatividad y por ende, la potencialidad del trabajo. En cierta forma, de lo que se trata es de jugar con las palabras, las historias y las limitaciones, para lograr nuevos resultados. Por eso también se le llama literatura lúdica o ludolingüística. En el OULIPO participó gente como Italo Calvino o Raymond Queneau. Por cierto, existe una novela de Perec que se llama “ la desaparición” y que trata del secuestro de la letra e. En la novela, que está escrita en francés, no paparece nunca la letra e, otro “ juego” de los OULIPOS.
¿Más palíndromos?
-Yo soy ateo, poeta yo soy.
-somos o no somos.
-Adán no cede con Eva y Yavé no cede con nada.
-Átale, demoníaco Caín, o me delata.
-Edipo: la mamá lo pide.
-Amo la pacífica paloma.
-A ti: modosa sodomita.
-se es o no se es.
.-A mamá Roma le aviva el amor a papá, y a papá Roma le aviva el amor a mamá
-Eva usaba rimel y le miraba suave.
-Líame ese email.
-No sorbas sabrosón.
Dicen que el primer palíndromo que se pronunció tuvo que ser el que empleó Adán, al presentarse en inglés en el paraíso a su nueva compañera: Madam I’m Adam. Y ya que hablamos de políticos, aunque no sea un palíndromo en el sentido estricto de la palabra, no puedo dejar de pasar la ocasión para mencionar una gran verdad de Gustavo Wilches-Chaux: Lo contrario de UNO puede ser ONU… diría Bush.
No sé si existan palíndromos visuales o musicales. Aunque en wikipedi, me han iluminado No sé si se ha experimentado en otras formas de expresión con esta cualidad de ser similar de frente y vuelta, doblado y desdoblado o de izquierda y derecha; pero me parece que lo que es tan circular como una frase que se contiene a sí misma, tan sólido, tan peculiar y tan inteligente, es muy adecuado y necesario en estos tiempos que vivimos.
Me gustaría terminar con la traducción libre e inexacta de unas palabras de Alistair Reid:
El sueño que ocupa la tortuosa mente de todo buscador de palíndromos es que en alguna parte dentro de los confines del lenguaje se esconde el Gran Palíndromo, que no sólo cumple con las intricadas demandas del arte para fluir dulcemente en ambas direcciones, sino que también contiene la última y definitiva verdad de todas las cosas.
Un amigo, Fede, dice que eese Gran Palíndromo es: ama.
escribo y exploro y leo poesía.
jueves, marzo 30, 2006
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