escribo y exploro y leo poesía.

domingo, junio 01, 2008

Tiza y gis. Una extraña historia.


Esta es una historia que me encantaría conocer:
Se trata de dos palabras que viajaron de un lado al otro del Océano Atlántico. Una vino y la otra se fue. Son Gis y Tiza.
Gis viene del latín gypsum, que quiere decir yeso. Y eso es lo que decimos en México para describir esos pequeños cilindros, generalmente blancos aunque hay de otros colores, que emplean los maestros para anotar en el pizarrón fórmulas matemáticas que sólo entienden unos cuantos, o las reglas de ortografía que, esas sí, muy pocos recuerdan. Así le decimos: Gis.

En el otro lado del mar, en España, también hay escuelas, y alumnos, y pupitres, y maestros y Tiza. Porque ellos le dicen así al Gis: Tiza.
¿Y de dónde viene la palabra Tiza? Pues del náhuatl Tizatl, que es como aún le dicen en esa lengua al Gis. Si checan el diccionario de la Real Academia verán que no miento.
¿Cómo pasó?, ¿en qué momento adoptamos esa palabra en México y nos olvidamos de la nuestra?, ¿cómo es que los españoles se llevaron la otra para allá? Tiene que ser una anécdota maravillosa.
Me encantaría saberlo.

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