escribo y exploro y leo poesía.

viernes, marzo 20, 2009

Los que se quedan, se te queda dentro.


Los que se quedan es una película increíble. De esas que te abren los ojos a una realidad muy dura de la que tenías ideas preconcebidas y que, en muchos casos, estaban equivocadas.
Habla de la migración de los mexicanos a los Estados Unidos. Pero no nos cuenta esas historias tan dramáticas de la gente que tiene que cruzar el río y el desierto. De esa personas que se quedan en manos de los polleros y son asaltadas, vejadas, humilladas y quién sabe qué tantas "das" más. Se trata de los que se quedan, de las familias rotas, de los hijos sin padre, de la soledad, la desesperanza, el vacío. Y lo hace de una manera muy especial. Tiene un toque humano muy profundo que nunca cae en el drama al que es tan fácil recurrir. La verdad me pareció un documento al que todos nos deberíamos ver expuestos. Es una realidad que cada vez incide más en cómo somos los seres humanos. Porque así como hay quienes se quedan en un pueblito de Zacatecas o en una ranchería de la sierra en Puebla, también hay quienes se quedan en una aldea de Marruecos, en el Senegal, en China, en fin, en tantos y tantos lugares de este planeta que se han convertido en involuntarios exportadores de seres humanos.
La película es de Juan Carlos Rulfo y de Carlos Hagerman. La recomiendo mucho. Ah, por cierto, la página web también está muy buena. Visítenla.

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