escribo y exploro y leo poesía.

viernes, agosto 28, 2009

Blink, parpadeo esclarecedor.


Todo sucede en un instante. De eso está hecha la vida. Y lo que es más, muchas de las mejores decisiones son las que se toman así, en un instante. De eso se trata Blink. Bueno, de eso y de muchas otras cosas más que tienen que ver con cómo reaccionamos, cómo juzgamos, cómo decidimos y cómo poner ese conocimiento a trabajar de manera consciente y práctica.
Malcolm Gladwell es reconocido por libros como the tipping point en el que analiza la manera en que las noticias y los rumores se propagan. El famoso word of mouth que ahora está de moda en la publicidad y que siempre, siempre ha existido. Muy interesante. Pero regresando a Blink, me parece fascinante enterarme de casos como el de la estatua supuestamente griega que pasó todas las pruebas científicas habidas y por haber para resultar ser falsa. Y ser descubierta por expertos que siguieron su impulso, su primera impresión. La que no se olvida, como diría un tal Patrichs ( esa fue una referencia que me dató, jeje).
El caso es que Blink es entretenido pero, sobre todo, una serie de casos muy convincentes a favor de la importancia de seguir el primer impulso al tomar decisiones. Serían como parpadeos esclarecedores que te acercan fugazmente a la verdad ( ¡uf! ). Me parece que se trata de una de esas cosas a las que hay que ponerle atención en el trabajo diario. A mí si me ha pasado lo que Gladwell describe. Muchas veces tengo tanta y tanta información para tomar una decisión que no puedo hacerlo. En algún lugar vi, hace poco, que cuando a un consumidor le das demasiadas opciones y variantes de un producto, en vez de comprar más, compra menos. Porque se inhibe frente a la enormidad de la decisión que se vuelve entonces muy compleja. ¡Ah! Ya sé dónde lo vi, en Blink precisamente. Je.
Y por supuesto, también me ha pasado que ignoro la primera impresión que me da un trabajo al juzgarlo y luego, más tarde, me doy cuenta de que debía haber escuchado a esa vocecita interior que quien sabe en qué parte del cuerpo reside pero cómo friega.
Tengo que reconocer que es un libro que me duró poco. Lo compré en un aeropuerto y esa misma noche lo terminé. Obviamente, como diría pipo, lo recomiendo.

2 comentarios:

lain dijo...

hola prof!!
hace mucho que tomé clase de campaña contigo,apenas me reencontré con tu blog y esta muy bueno,no sé de donde sacas tanta energía o vida para hallar fascinación por todo en especial por la publicidad,ahora voy en 7º semestre y he perdido algo en el camino...
supongo que esa vitalidad que casi todo el mundo tiene.
¿cómo le encuentras amor a lo que haces?
que a mi me cuesta muchiiisimo trabajo y eso que apenas estoy en la carrera,ja.
bueno espero respuesta,un saludote, k este bien prof!
:)

juanjo junoy dijo...

pues es difícl a veces pero no tanto en la mayoría de las ocasiones. Creo que uno debe estar siempre con las pilas puestas porque no tenemos comprada la vida. Sí. Ya sé que suena a filosofía barata de esas que ponene en la spostales y pósters que venden en el metro pero... no hay de otra. Si no, esto se vueleve una constante y aburrida lucha por la supervivencia que, a la larga, si no tienes algo qué hacer y por lo qué vivir, pues se vuelve intolerable.

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