escribo y exploro y leo poesía.

miércoles, septiembre 23, 2009

Outliers. Los de afuera.


El outlier, según algunas de las socorridas traducciones de internet, es una persona que está lejos de los demás o que se aparta de la norma. El libro del mismo título de Malcom Gladwell ( el de Blink y the Tipping Point) habla precisamente de los que se destacan y salen de lo común. Se trata de un libro acerca del éxito.
Para variar, Gladwell es entretenidísimo y fácil de leer. Toca muchos casos reales y los emplea como ejemplo para sus teorías. O sus visiones de lo que sucede a nuestro alrededor que para el caso, son lo mismo. Lo interesante de este libro es que trata de acabar con todas las pre-concepciones que tenemos acerca del éxito, de la ventaja que tienen algunos sobre los demás y de lo que se piensa acerca de triunfar en todas partes. La verdad es que hay muchas cosas un poco obvias en el libro pero hay otras que me parecen muy reveladoras. En especial, habla mucho de la importancia del entorno, de los demás, en el éxito personal. Por ejemplo, se pone a analizar a los jugadores de hockey sobre hielo más exitosos de un país donde ese deporte es casi casi orgullo nacional: Canadá. Lo que descubre es que la mayoría de los grandes jugadores nacen en los tres primeros meses del año. Y cuando empieza a jalar el hilo se da cuenta de que no es que en esos meses nazca gente más capaz ni nada así sino que el sistema de las ligas en Canadá, favorece que ciertos niños, por su edad, tengan la oportunidad de ser seleccionados porque son más grandes y maduros que otros niños con los que compiten. Y eso se convierte en un círculo virtuoso porque esos niños de pronto tienen más oportunidades, más entrenamiento y más de todo. Al final, terminan siendo mejores que otros pero no porque lo fueran de origen sino porque el sistema de selección los puso en un lugar adecuado en el momento preciso. Eso es como sabiduría popular. Todos estamos conscientes de que las oportunidades son lo que hace la diferencia. Así, como este tema, Gladwell habla de los índices de IQ y cómo a veces pueden ser determinantes pero también convertirse en un estigma. Y finalmente, lo que me encantó, la explicación de por qué la gente en Asia es tan trabajadora. Aquí habla de lo que implica ser una cultura basada en el arroz y loq ue ese cultivo implica. A diferencia de otros como el maíz y el trigo, el cultivo de arroz es extremadamente demandante. Requiere de una atención y cuidado tales que la gente se acostumbra a trabajar muchísimo más que los granjeros que tienen a su cargo grandes extensiones de terreno en los que lo único que hay que hacer es plantar la semilla y esperar a que llueva. Es esa realidad que todos conocemos de sobra: el medio ambiente, la situación geográfica, el clima y las características del suelo pueden determinar las de una cultura o un pueblo en específico. Por eso en el norte, donde todo es más duro para vivir, la gente se curte. A diferencia del sur, del trópico, donde todo es tan fácil que nos volvemos más flojos.
En fin, el libro me parece interesante, revelador y, sobro todo, muy entretenido.
Y por si fuera poco, pues te da tema de conversación en las fiestas.
Por cierto, si quieren leer un resumen más certero y profesional. Pueden visitar la página del susodicho.

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