escribo y exploro y leo poesía.

domingo, enero 17, 2010

Un hombre disoluto. En muchas palabras.


En España le decían hidalgo al “hijo de algo” es decir, aquella persona que heredaba unas tierras o un título nobiliario. De un origen similar es la palabra hideputa (que creo que no tengo que explicar mucho). El libro que terminé de leer anoche se llama Asuntos de un hidalgo disoluto (que de hidalgo y de hideputa tenía mucho). es una novela deliciosa. escrita por un colombiano que se llama Héctor Abad Faciolince. Es la biografía que un tal Gaspar Medina le dicta a su secretaria y que nos cuenta su historia. La de un hombre que nunca sucumbe a las pasiones, ni al alcohol, ni al sexo, ni a las drogas, ni a nada. Bueno, que no sucumbe es un decir. Él trata siempre de caer en las tentaciones para sentirse más humano pero no puede por más que lo intente. Me encantó. Se trata de un libro escrito con mucho cuidado. Con un lenguaje sofisticado pero a la vez, extremadamente divertido. Muy recomendable. Lo que más me gustó es la voz del protagonista que es tremendamente irónico, sarcástico y rezuma un humor negro muy muy oscuro. Como el del tal Larry David de “Curb your enthusiasm” ¿Lo conocen?
Lo leí como interludio ( o descanso, si se quiere) del otro que estoy casi terminando y que se llama Ríos de Oro, la historia del imperio español en la época entre Cristóbal Colón, el genovés que llegó a América y Magallanes, el otro gran navegante. Luego les cuento lo que me pareció ese libro. Antes tengo que terminarlo.

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